Introducción.
No cabe duda de que las redes sociales y plataformas digitales han
logrado evolucionar la manera de comunicarnos. Justamente, de esto se trata la
incursión de las Nuevas Tecnologías, pero existen algunos inconvenientes en la
era digital, donde además de vivir la inmediatez, poco a poco se van
presentando serios problemas que contrarrestan la vía benéfica de dichas
invenciones.
Por un lado, se hace referencia sobre las plataformas de teleconferencia
como Zoom, Microsoft Teams, Google Meet entre otras, que vinieron a servir de
auxilio en el punto más crítico de la pandemia, donde fungieron como parte
fundamental, principalmente en el ámbito empresarial.
Hasta dicho punto, las plataformas digitales han brillado por ser una
herramienta fundamental para facilitar los nuevos retos que presenta la
evolución humana, sin embargo, se han subestimado las amenazas en el mundo
virtual.
Planteamiento del problema.
A medida que las Big Tech crecen en su influencia, también crecen los
casos de adicción a dispositivos electrónicos o la depresión; nacen también
nuevas enfermedades, como una mencionada en el documental, la “Dismorfia de
Snapchat”: un trastorno relacionado con la distorsión entre la imagen real y la
imagen atravesada por los filtros.
Este es tan sólo un claro ejemplo de las afecciones que han venido
dejando las redes sociales, sin contar que a medida en que se desarrollan
nuevas plataformas, los individuos presentan altos índices de ansiedad,
depresión, dependencia tecnológica y conductas antisociales.
(1870) 5 consecuencias que han traído las redes sociales a ti - YouTube
Piezas clave del problema.
El dilema de las redes sociales trae a la discusión distintos fenómenos,
como la vigilancia total de los comportamientos humanos asociados a tales
plataformas, la dependencia de un segmento creciente de personas al uso de
estas, la diferenciación en el acceso a información según historiales de
búsqueda, la generación y propagación de noticias e información falsa sin que
medien instrumentos reguladores.
Ahora bien, sabemos que el usuario de redes sociales crea la necesidad
de recibir una recompensa durante su interacción, que se manifiesta en forma de
comentario, “retweet”, “like”, “share”, “match”, entre otras.
El instinto que tenemos como humanos por agradar a los demás, se ve
potenciado por el diseño mismo que tienen estas tecnologías, mismas que generan
pequeños refuerzos intermitentes en forma de avisos, alarmas o notificaciones,
creando adicción y dependencia.
Otro punto sumamente importante en esta indagación es el desenfrenado
tráfico de datos personales, que inconscientemente se genera al utilizar tan
sólo las redes sociales dominantes como lo son, Facebook, Instagram, Twitter,
Google y Pinterest.
Juicio crítico del asunto abordado.
Como es claro el ser humano es sociable por naturaleza, con exigencias
de vivir bajo una sociedad y formar comunidades, bajo un sistema de redes donde
se involucren mediante un intercambio dinámico permitiendo la interacción entre
grupos de personas.
Esto mismo repercute en la necesidad de los individuos por ingresar y ser
miembros activos de una red social. En principio de dicha situación, no se
trataba más que de un espacio de interacción sana entre usuarios, pero conforme
la comunidad ha ido en aumento, se han suscitado nuevas problemáticas.
Las redes sociales han pasado de ser un espacio de ocio a ser un
escenario mercantil, incrementando el flujo de interacción que, a su vez, genera
la necesidad de compartir datos personales e información que más adelante y en
la mayoría de las ocasiones, termina en manos equivocadas.
Así mismo se considera que las sociedades avanzadas se
encuentran actualmente sometidas a un proceso constante de transformación, el
cual viene dado por los cambios tecnológicos de información y comunicación
dentro de una economía global con cambios continuos en los patrones culturales.
La incesante
búsqueda de mantenerse comunicados y actualizados dirigen los objetivos de esta
sociedad a desarrollar portales didácticos y métodos interactivos.
Lo anterior muestra, en cierta forma la posibilidad
que ofrece la red de internet y el desarrollo tecnológico en cuanto a mantener
comunicado al ser humano, constituyendo una fuente inagotable de herramientas
virtuales ya que cada vez son más las personas que se sumergen dentro de ellas.
Perspectivas.
Conviene aclarar que las Redes
Sociales tan sólo constituyen una parte, quizás la más visible y prometedora,
de un movimiento de renovación más extenso que conduce a la sociedad hacia el
metaverso, una nueva forma de entender la red de internet.
El internauta de la cuarta revolución
no va a conformarse con extraer información de las plataformas digitales. Lo
que en verdad desea es compartir a través de ellas su red de conocimientos y
experiencias.
Sus deseos de expresión,
influencia e independencia son tales que los expertos se verán forzados a
diseñar con el tiempo nuevas soluciones para darles respuesta, que añadan a los
parámetros básicos de la búsqueda en internet, tanto las preferencias de los
usuarios como su inteligencia colectiva o posibilidad de colaboración en la
agregación de los contenidos.
Así mismo se abre la posibilidad
de invenciones aún mejor preparadas para el constante intercambio de
información entre usuarios, que, si se analiza abiertamente, se puede llegar a
comprender el beneficio que estas mismas atribuyen.
De lo contrario, el uso
inadecuado de datos personales debido a la creciente demanda por mantenerse
comunicados sin importar el lugar o la hora atrae riesgos muy altos afectando
la seguridad y privacidad del usuario debido a que, en estas redes, el acoso,
el robo de identidad y el fraude cibernético es muy común, sin olvidar los trastornos
psicológicos que muestran el lado negativo de las redes sociales.
Propuestas de solución.
Debido a que actualmente el
número de usuarios ha incrementado, formando una población de millones dentro
de las redes sociales y que en ellas se incluye todo tipo de información por
parte de estos, los derechos de intimidad, privacidad y protección de datos se
han visto vulnerados siendo los usuarios los responsables de la información que
transmiten, por lo que se debe trabajar en aplicar las siguientes propuestas de
solución.
Primeramente, se debe mediar
entre los contenidos que los mismos usuarios proyectan en su interacción
digital, misma razón que orilla a regular entre:
1.
Contenido ilegal: imágenes de abuso
infantil y lenguaje ilegal y de odio.
2.
Contenido
inapropiado para la edad: pornografía o contenido sexual, violencia u otro
contenido para adultos que es inapropiado para menores.
3.
Conducta:
cómo se comportan los menores en línea, incluye bullying o victimización,
comportamientos que son riesgos potenciales, divulgar información personal,
postear fotografías sexualmente provocativas, mentir sobre la edad o proponer
verse cara a cara con alguien que se conoció en la red.
Todo esto
se resume en la fomentación de una cultura digital. Si el problema persiste, será
emergente el empleo de un mayor esfuerzo por parte de la sociedad y de las
autoridades para poder disminuir los excesivos riesgos y peligros que están
vulnerando los derechos de intimidad, privacidad y protección de datos, que
propicie la armonía entre las nuevas tecnologías y la sociedad.